Es una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina B1 (tiamina), cuyos síntomas también pueden ser asociados al déficit de otras vitaminas, ya que muchas veces tienden a coexistir dichas deficiencias. Tuvo su apogeo alrededor del siglo XIX en regiones pobres de Asia, donde se hizo popular consumir el arroz blanco sin concha, debido a la mecanización del proceso (descascarillado). Su nombre proviene del singalés “Beri” traducido como “debilidad” uno sus principales síntomas.
Aunque en estos tiempos no es tan común, todavía se pueden dar casos aislados, entre los motivos se encuentran:
Existen varios tipos de presentación, se tiene el beriberi seco, el beriberi húmedo y el que se presenta en la infancia, sin embargo al inicio se comportan de manera semejante, ya que sólo se manifiestan pocos síntomas debido a un pequeño déficit de tiamina. Se puede observar: pesadez en las piernas, hormigueo o sensación de agujas (parestesias) en las extremidades, zonas sin sensibilidad, sobre todo distalmente en dedos de los pies y talón, disminución de la fuerza muscular, cansancio, debilidad general y sensación de no querer moverse.
Los pacientes tienden a verlo como una afección pasajera y no acuden al médico, por lo que se hace imposible precisar la causa y con esto el tratamiento, lo que permite que la enfermedad avance a alguno de sus dos tipos, obteniendo serias consecuencias.
Se le conoce de esta manera a la presentación con déficit neurológico, donde la sensación de pesadez y parestesias (hormigueo o sensación de agujas o alfileres en extremidades) se intensifican, hay disminución de la masa magra corporal, lo que hace ver al paciente más delgado, marcha atáxica (descoordinada), anestesia en zonas mayores del cuerpo, ya no solo en talón sino que se puede observar en áreas más grandes, parálisis muscular, la cual se puede observar tanto en piernas (el paciente ya no tiene la capacidad de caminar) como en el resto de los músculos incluyendo cara y ojos (impidiendo la movilización ocular) o movimientos anormales de los ojos (nistagmo), también se puede manifestar confusión mental.
Algunas de las manifestaciones causan daños irreversibles, entonces, así se aplique el tratamiento correcto, quedaran con la afección, sin embargo, si se administra el tratamiento de manera temprana la mayoría de los síntomas mejoran o pueden incluso retroceder. La mortalidad en este caso se debe a la postración que adquiere el paciente, lo que lo hace propenso a infecciones oportunistas, como neumonías por broncoaspiración o úlceras por presión que pueden llegar a infectarse.
En este caso se observa afectación cardiovascular con síntomas como: palpitaciones, taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca) ritmo cardíaco irregular, edemas (hinchazón) en los miembros inferiores, pero éste puede evolucionar y ascender al escroto y abdomen, hay dilatación de los vasos sanguíneos que se observan visibles y palpitantes en el cuello, disnea o dificultad para respirar, sobre todo en la noche con una disnea paroxística nocturna, taquicardia, fragilidad capilar, aumento del tamaño del corazón que puede causar una insuficiencia cardíaca y posteriormente fallo cardíaco, sobreviniendo la muerte.
Entre las enfermedades por falta de nutrientes, esta es de las más comunes, se da en niños de dos a seis meses que sólo consumen leche materna y la madre tiene un déficit de vitamina B1, aunque ésta no presente los síntomas clásicos. Los bebés que consumen fórmula, en este caso, tienen cierta protección porque la leche procesada esta fortificada con todas las vitaminas, incluyendo la tiamina (ojo esto no quiere decir que se le debe administrar fórmula a los bebés menores de 6 meses, sólo se debe asegurar de que la madre tenga una dieta sana y balanceada para que le aporte todos los nutrientes necesarios a su hijo).
Entre los síntomas clásicos se observa disnea (dificultad para respirar), cianosis (coloración azulada) principalmente en extremidades o en la región peribucal, afonía o disfonía, el bebé hace los movimientos y muecas para llorar, pero no logra articular el llanto, o lo hace de manera débil. También hay síntomas gastrointestinales como vómito y diarrea, aumentando aún más la debilidad y la pérdida de peso, si los síntomas evolucionan, se estable falla cardíaca y muerte.
Actualmente no es muy común este padecimiento, debido al descubrimiento de su causa y con esto de su prevención, ya que al ser sintetizada puede añadirse a alimentos, fortificándolos, o crear suplementos, tanto de esta vitamina como de otras asociadas. Sin embargo, se puede observar en pacientes con alcoholismo, donde antes se pensaba que las manifestaciones sintomáticas en pacientes con una historia de alcohol eran a consecuencia misma del consumo y degeneración provocados por éste, hoy se sabe que la causa real son las deficiencias nutricionales que conlleva esta condición
Los pacientes con alcoholismo adquieren las mayorías de las calorías de las diferentes bebidas alcohólicas que ingirieren, dejando de esta manera de consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, los cuales son indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Las manifestaciones principalmente presentadas en este tipo de pacientes son las neurológicas, como la neuritis periférica (en brazos y piernas), parestesias, reflejos anormales, disminución de la masa magra corporal, llegando a desarrollar el síndrome Wernicke-Korsakoff.
Este síndrome comprende dos trastornos, una encefalopatía (de Wernicke) y una amnesia (de Korsakoff). El síndrome de Korsakoff se desarrolla hasta en un 80% de los pacientes no tratados con síndrome de Wernicke y se dice que es el componente psicótico de éste.
Entre los síntomas de la encefalopatía se tienen: ataxia (dificultad en la coordinación de movimientos), nistagmo (movimientos oculares oscilatorios involuntarios), diplopía (visión doble), oftalmoplejia (parálisis de los músculos oculares que permiten su movilización), somnolencia y confusión.
Y entre los síntomas de la psicosis de Korsskoff la más importante es la pérdida de la memoria inmediata, la cual puede ser de minutos, horas, días, meses o pocos años. Los pacientes tienen presente sus recuerdos del pasado, por lo que pueden tener una conversación fluida y no tienen dificultad en la realización de actividades cotidianas, sin embargo, a veces inventan historias para evitar aceptar su pérdida de memoria reciente, se les puede ver leer fácilmente un mismo libro muchas veces al no recordarlo.
Al principio de los síntomas se puede dificultar un poco precisar el diagnóstico ya que se puede confundir con muchas otras enfermedades que dan debilidad general y cansancio. Sin embargo, se debe sospechar en pacientes con déficit nutricional que mejore con la administración de suplementos de tiamina o con una dieta con alimentos ricos en tiamina como carne, huevos, legumbre, germen de trigo, arroz entero, entre otros.
Se deben tomar en cuenta también los signos y síntomas presentados por el paciente, tanto del beriberi seco como húmedo. Se realizan exámenes paraclínicos como radiografías para ver el tamaño del corazón (normalmente agrandado en la presentación húmeda), ecografías doppler o ecocardiografía para evaluar la función del corazón. Además de exámenes mentales para evaluar el trastorno neurológico que puedan llegar a presentar.
Finalmente como determinación definitiva se pueden medir los niveles de tiamina en sangre, con los cuales correlacionándolo con la clínica, se obtiene el diagnóstico.
La base del tratamiento es aumentar los niveles de tiamina hasta los valores recomendados, esto se obtiene mediante la administración de suplementos vitamínicos, primero vía parenteral y luego por vía oral, acompañados por una dieta balanceada que incluya carne y vegetales frescos. La recuperación es visible luego de apenas horas de haber administrado el tratamiento parenteral.
Hay que tomar en cuenta que hay pacientes que presentan otras deficiencias vitamínicas, por lo que se deben administrar suplementos de varias vitaminas y minerales, además de dar soporte vital a aquellos pacientes que se encuentren más comprometidos.
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