La vitamina A (retinol) es una vitamina liposoluble que cumple importantes funciones, es un antioxidante y ayuda al mantenimiento de una buena visión, sobre todo de la visión nocturna, también tiene beneficios para el sistema inmunitario, para el corazón y para la reproducción. La hipervitaminosis ocurre cuando se consume mucho más de la dosis recomendada, normalmente producto de la ingesta de suplementos sin previo asesoramiento.
El cuerpo no tiene la capacidad de sintetizarla, por esta razón se debe consumir a través de la dieta, se puede encontrar de dos maneras: la provitamina A, la cual se encuentra en alimentos de origen vegetal como hortalizas de hojas verdes de coloración viva (naranja, roja) y la vitamina A preformada que se encuentra en alimentos de origen animal como carnes, pescados, vísceras, leche y sus derivados.
Por su carácter liposoluble tiene la capacidad de almacenarse en el organismo, específicamente en el hígado donde puede durar de 2 meses a 1 año y de tener una excreción más difícil. Debido a esto siempre se debe tener en cuenta los requerimientos diarios recomendados, siendo en este caso para un adulto sano de 700 a 900 mcg.
Cuando el organismo necesita la vitamina, el hígado sintetiza una proteína llamada “proteína fijadora o transportadora de retinol” y remueve la vitamina A de sus depósitos para que ésta sea utilizada por las células. La hipervitaminosis sucede cuando se excede o se satura la capacidad de transporte de esta proteína. Esto hace que el retinol convertido en ésteres de retinilo se una a lipoproteínas plasmáticas al azar que al llegar a los tejidos afectan la permeabilidad de sus membrana provocando liberación de enzimas, las cuales causan daño celular y tisular, el cual va a depender del tejido afectado.
Hígado: las células encargadas de almacenar vitamina A sufren aumento de tamaño y de número, lo que desequilibra toda la estructura hepática, hay síntesis de colágeno, lo que lleva a una fibrosis la cual se puede agravar en cirrosis con signos de hipertensión portal e insuficiencia hepática.
Óseo: se produce hipercalcemia (aumento de calcio en la sangre) debido a que los ésteres de retinilo promueve la resorción ósea, llevando al debilitamiento de los huesos facilitando fracturas y provocando además, trastornos renales.
Nervioso: los plexos coroideos (sistema vascular encargado de crear líquido cefalorraquídeo) se ven afectados por los ésteres de retinilo llegando a generar hipertensión endocraneana.
Durante el embarazo una hipervitaminosis puede tener importantes consecuencias, como lo son los defectos congénitos, como el paladar hendido, tetralogía de Fallot, disminución o defecto del desarrollo cerebral fetal, con hidrocefalia, anencefalia, entre otros.
Existen dos presentaciones de la hipervitaminosis:
Aguda: donde la ingestión de la dosis vitamínica fue de manera brusca y de cientos de miles unidades internacionales o de menos dosis pero en pacientes con función hepática comprometida. Entre sus síntomas se tienen:
Crónica: se produce por la acumulación de vitamina A a través del tiempo, el paciente consume una dosis mayor a la recomendada, pero no tan alta como para provocar síntomas al instante. Es mucho más habitual que la aguda, donde se consumen hasta 10 veces más de la dosis recomendada. Entre sus principales síntomas se cuentan:
Para llegar a un diagnóstico certero hay que tomar en cuenta los síntomas y signos presentados por el paciente, además de los antecedentes, indagar qué medicamentos está ingiriendo, entre las pruebas confirmatorias se puede realizar:
Lo primero luego de establecer el diagnóstico, es suspender la toma del suplemento vitamínico, si es que está tomando alguno y de eliminar de la dieta los alimentos ricos en vitamina A.
Se debe dar soporte vital si es necesario, además de corregir, si es posible algunas de las alteraciones causadas por esta intoxicación como por ejemplo las correcciones de fracturas o los niveles de calcio en sangre.
La mayoría de los pacientes se recuperan con totalidad, sin embargo hay algunos que quedan con problemas en el desarrollo neurológico, daño hepático o renal, entre otros. Por esto siempre es importante antes de tomar cualquier tipo de medicación o suplemento, por más inocuo que se crea que es, consultar con su médico, debido a que siempre es importante determinar la dosis correspondiente, la cual va depender de muchas cosas como edad, sexo, condición física y dieta.
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