Sabemos que las vitaminas son nutrientes esenciales para nuestro organismo, las cuales permiten su buen funcionamiento y el mantenimiento de la salud. Sin embargo y a pesar de todos los beneficios que proporcionan no debemos excedernos en su consumo, ya que podemos provocar hipervitaminosis, ésta no es más que la acumulación de una vitamina de manera excesiva en el organismo. Esto ocurre sólo con algunas vitaminas, no todas tienen la capacidad de generar una reacción tóxica de esta manera.

Para entenderlo mejor es necesario saber que existen dos tipos de vitaminas, las hidrosolubles que tienen afinidad por el agua y son excretadas fácilmente por el riñón al excederse la dosis diaria recomendada y las liposolubles, éstas por el contrario, tienen afinidad por los lípidos, es decir, por las grasa y se acumulan de manera sencilla en el organismo. En este sentido, entre las hidrosolubles tenemos a la vitamina C y las vitaminas del grupo B y entre las liposolubles a las vitaminas A, D, E y K.

¿Cómo saber si tengo hipervitaminosis?

Es muy poco probable que ocurra sin la ingesta de suplementos alimenticios, es decir, si llevas una vida con una dieta balanceada sin el consumo de suplementos o si este consumo es supervisado por especialistas, es básicamente imposible que ocurra una hipervitaminosis. Pero si por el contrario, tienes una ingesta excesiva de éstos, por desinformación, porque crees que tu dieta es deficiente o porque piensas que consumiéndolas en exceso tendrás un mejor estado de ánimo o mejor rendimiento en tus actividades diarias, es posible que ocurra.

Por este motivo, hay que tener en cuenta y conocer bien cuáles son las vitaminas, dónde podemos encontrarlas y sobre todo cuáles son las dosis diarias recomendadas para cada una de ellas, las cuales van a variar dependiendo de la edad, el sexo, estados fisiológicos y patológicos que pueda atravesar el ser humano. Para informarte mejor y conocer las dosis recomendadas puedes ingresar la página oficial del Instituto Nacional de Salud de EEUU.

¿Qué síntomas puedo presentar?

Los síntomas van a depender netamente de la clase de vitamina que se esté consumiendo, en este caso y como se mencionó anteriormente hablaremos de las vitaminas liposolubles (A,D,E y K).

Hipervitaminosis A: existen dos tipos de manifestaciones clínicas, las cuales van a depender de la cantidad de dosis ingerida en un período determinado de tiempo. La podemos clasificar en agudas, cuando se toma una gran cantidad de vitamina en un período corto de tiempo y crónicas cuando no es una cantidad importante, pero ésta excede la dosis diaria recomendada en un período de tiempo más prolongado.

En las intoxicaciones agudas los síntomas desaparecen con el tiempo (días o semanas) y son parecidos a otros tipos de intoxicaciones alimentarias, como por ejemplo, náuseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza, cansancio, pérdida de la consciencia y disminución del apetito. Por otro lado, las crónicas, producidas normalmente por el uso indiscriminado de suplementos alimenticios, tienen signos y síntomas que sugieren un compromiso más elevado de la salud, como por ejemplo hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado), dolores articulares y óseos, pérdida del cabello y alopecia, piel agrietada y pruriginosa, entre otros, sumado además a cualquiera de los signos producidos por la intoxicación aguda.

Hipervitaminosis D: es muy poco probable que ocurra, ya que muy pocos alimentos son ricos en ella, además, es de las pocas vitaminas que no requieren incorporación obligatoria en la dieta ya que puede ser sintetizada por el organismo a través del sol, aunque esto depende del área en donde te encuentres, de la época del año, del cuidado que tengas a la exposición solar y a la vestimenta que utilices. Así que podemos concluir que su exceso es debido casi exclusivamente al consumo de suplementos. Los síntomas son debido a su función principal en la absorción del calcio, produciendo calcificación de huesos y otros tejidos como los riñones pulmones, hígados y todas las consecuencias que ello conlleva.

Hipervitaminosis E: es bastante bien tolerada por el organismo, su intoxicación es de las menos comunes y entre sus síntomas podemos observar, diarrea, aumento de los gases intestinales, dolor abdominal, hipertensión arterial y sangrados.

Hipervitaminosis K: de todas es la menos común, realmente no ha habido muchos casos ni estudios suficientes que determinen los síntomas presentados por esta afección, sin embargo, en animales de laboratorio se han observado cierto grado de hemólisis (destrucción de los glóbulos rojos) con su consecuentes efectos como la anemia.

En cualquiera de los casos el tratamiento se basa en la suspensión del suplemento alimenticio (si el paciente lo está tomando) y de la supresión de alimentos ricos en la vitamina causante de la afección.

Dra. Diana Marcano

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