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Dra. Diana Marcano

Dra. Diana Marcano

Vitamina D para prevenir el raquitismo

El raquitismo es una enfermedad que causa debilitamiento y deformidad en los huesos, debido a la no correcta mineralización del hueso durante el período de la niñez, donde también afecta el cartílago de crecimiento. Aunque puede tener causas metabólicas y genéticas, la más comúnmente observada se produce por un déficit de vitamina D, llamada por esto “Raquitismo nutricional”.

El estudio de esta enfermedad comenzó en el siglo XVII, alrededor del año 1650 el doctor Francis Glisson la describió por primera vez, luego de que lo designaran para su estudio, ya que a partir de la década de 1610 esta afección se extendió por todo Reino Unido, especialmente por Escocia, Glisson junto con el pediatra Leonard Findlay lo asociaron con la pobreza y el desaseo.

Sin embargo, no fue sino hasta el año 1922 cuando McCollum, la asocia a una deficiencia de la vitamina D y no de la A como se pensaba anteriormente. Se realizaron estudios donde a pacientes con raquitismo se les administraba aceite de hígado de bacalao y mejoraban notablemente, como aún no se había descubierto la Vitamina D, pensaron que el efecto era provocado por el retinol (vitamina A). Pero luego, por una serie procedimientos se logró destruir el retinol del aceite y como se mantuvo su poder curativo, se asoció a otro factor liposobluble presente en el aceite y se le denominó “Vitamina D”.

¿Por qué es importante la Vitamina D para prevenir el raquitismo?

El calcio y el fósforo son necesarios para el mantenimiento de una buena salud ósea, para que éstos sean absorbidos de la dieta y utilizados de manera adecuada en el metalismo, se necesita la acción de la vitamina D. La vitamina D se obtiene gracias a la exposición solar que permite su síntesis y también de la dieta, en alimentos como vísceras vacunas como el hígado, pescados grasos como la caballa y el salmón, hongos, entre otros. Ella se encarga de ayudar en la absorción del calcio y el fósforo y de mantener sus niveles sanguíneos.

Si hay una disminución en la absorción del calcio, hay una disminución de su valor sérico, y si disminuyen los niveles en sangre, se secretan hormonas, como la paratiroidea (PTH), que se encarga de remover el calcio de los huesos, para colocarlos en sangre, debido a que el calcio cumple otras diversas funciones. Como consecuencia, los huesos quedan descalcificados, con debilidad y deformidad.

Factores de riesgo del raquitismo

El principal elemento de riesgo para el desarrollo del raquitismo y otros trastornos como la osteoporosis y la osteomalacia, es la no exposición al sol, ya que este es el principal método por el que obtenemos vitamina D. otros factores importantes son:

  • La piel oscura, debido a que no permite el paso de rayos ultravioletas.
  • El protector solar, por el mismo motivo. En Estados Unidos y Europa hubo bastante prevalencia cuando se inició el uso de este artículo de manera importante.
  • En lactantes que no son expuestos al sol y cuya madre no toma suplementos de vitamina D porque la leche materna no contiene gran cantidad.
  • En pacientes con enfermedades infecciosas o inflamatorias del tubo digestivo, como la enfermedad de Crohn.
  • Pacientes sometidos a cirugía gastrointestinal.
  • Individuos que tengan una dieta vegetariana estricta.
  • Intolerancia a la lactosa
  • Dietas carenciales sumado al no consumo de suplementos alimenticios, donde no se proporciona las cantidades apropiadas de calcio y fósforo, además de los diferentes minerales y vitaminas necesarias para el buen crecimiento y desarrollo.
  • Enfermedades genéticas que no permitan el metabolismo de la vitamina D, el calcio o el fósforo.

Manifestaciones clínicas del raquitismo

Entre los principales signos y síntomas del raquitismo se tiene:

  • Dolor o sensibilidad al movimiento o tacto en brazos, piernas, pelvis y columna vertebral.
  • Como la placa de crecimiento de los huesos (ubicada en los extremos de los huesos largos) presente sólo en la etapa de crecimiento y desarrollo del cuerpo humano, está debilitada, existen deformidades como: piernas arqueadas también conocidas como rodillas valgas, muñecas gruesas, esternón proyectado (pecho de paloma), parrillas costales con deformidad (rosario costal), curvaturas anormales en la columna vertebral (cifosis, escoliosis), cráneos y pelvis de formas irregulares.
  • Retardo del crecimiento (adultos menores de 1,50 metros)
  • Calambres musculares
  • Fracturas óseas a repetición
  • Disminución del tono muscular
  • Disminución de las habilidades motoras
  • Debilidad generalizada
  • Defectos en la estructura de los dientes, son comunes el desarrollo de caries y perforaciones en el esmalte.
  • Retraso en la formación de los dientes.

Diagnóstico del raquitismo

Tomando en cuenta los factores de riesgo que pueda presentar el paciente, correlacionándolos con los signos y síntomas que posee, se puede llegar a la sospecha clínica de la enfermedad. Entonces, al examen físico se puede apreciar, en la inspección, las diferentes deformidades óseas, las cuales si no son muy evidentes a la vista, el tacto puede ayudar. En cuanto a la palpación, presentan dolor tanto al tocar los huesos como al moverlos y se pueden palpar las irregularidades óseas.

Por otro lado, existen diferentes pruebas paraclínicas que orientan al diagnóstico, entre las que se tiene de primera elección, si lo que se observan de antemano son las deformidades en los huesos, la radiografía, donde aparte de apreciar la deformidad, se observa descalcificación ósea o fracturas.

También se pueden medir los niveles séricos de calcio, fosfato y hormona paratiroidea, además de sus niveles en la orina. A veces los pacientes presentan acidosis metabólica, por lo que unos gases arteriales no estarían de más. Por último, la biopsia ósea, a pesar de que proporciona el diagnostico definitivo,  no es comúnmente utilizada.

Tratamiento del raquitismo

El tratamiento debe ser integral, lo principal, luego de tener el diagnóstico, es administrar los suplementos, tanto de vitamina D como de calcio y fósforo. Al administrarlos, los síntomas mejoran notablemente. Esto se debe acompañar de una dieta rica y balanceada que incluya productos lácteos, carnes y pescados grasos.

Algunas deformidades óseas, tal vez requieran la consulta con un médico traumatólogo y/o ortopédico para su corrección, la cual puede ser por medio de cirugías o aparatos ortopédicos. Además de consultas al odontólogo si el caso lo requiere.

Lo importante de obtener esta información, es prevenir la enfermedad, administrando a los niños desde que están en formación en el útero materno todas las vitaminas y minerales necesarios para su correcto desarrollo y crecimiento. Esto se logra por medio de la alimentación y de la ingesta de suplementos. Y en este caso, con una exposición continua y controlada al sol.

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