Las vitaminas y minerales tanto en su presentación natural en los alimentos, como en la sintetizada en los suplementos alimenticios y alimentos fortificados son muy importantes en todas las etapas de la vida, desde que inicia la formación del organismo en el útero materno hasta el fallecimiento.
Durante la mayor parte de la vida, si se es una persona sana con una buena dieta variada y balanceada, no es necesario el consumo de suplementos alimenticios, debido además, a que ya muchos alimentos vienen fortificados con vitaminas y minerales, como algunas pastas, panes, cereales, arroz, bebidas, entre otros.
Sin embargo, es difícil con el ritmo de vida actual, no decaer en algún momento con alguna enfermedad, siendo necesario a veces el consumo de suplementos alimenticios. Incluso en determinadas etapas como la vejez, la infancia, el embarazo o la lactancia, siendo éstas situaciones no patológicas, es necesario el consumo de algunos de ellos.
En el embarazo es importante el consumo de una dieta rica, equilibrada y sana, además de la realización de ejercicios acordes a esta condición, también es importante evitar el consumo de sustancias que puedan resultar dañinas para el bebé como el alcohol, el cigarrillo, drogas ilícitas y algunos medicamentos.
En esta etapa aumentan los requerimientos basales de casi todos los nutrientes, esto se debe a que el cuerpo estará sometido a un aumento de la actividad metabólica, con la creación de nuevos tejidos, órganos y el mantenimiento de los de la madre. Existen cambios físicos y fisiológicos durante este período, los cuales necesitarán la disposición de nutrientes para que se lleven a cabo.
¿Qué es el calcio?
El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano, sus reservas van desde el 1 al 2% del peso corporal, es decir, en un adulto de 70 kg va desde 700 gr hasta 1,4 kg. La mayor cantidad, un 99% se almacena en huesos y dientes, el resto se puede encontrar en sangre, tejido muscular, nervioso y otros tejidos corporales.
Tiene múltiples funciones en el organismo como:
- Desarrollo y mantenimiento de la buena salud, en huesos y dientes. Es muy importante para prevenir la osteoporosis en el futuro.
- Contracción y relajación muscular.
- Colabora en mantener el ritmo cardíaco del corazón de manera normal.
- Contribuye en la transmisión de mensajes nerviosos.
Se encuentra en diversos alimentos, siendo los derivados lácteos los de mayor concentración, tales como el queso, suero de leche, leche y yogurt. La forma en la que se encuentra el calcio en estos alimentos, es de fácil absorción para el cuerpo humano. También existen otros alimentos como los vegetales de hojas verdes, pescados como el salmón y las sardinas, frutos secos como las almendras o semillas de girasol.
Los valores de calcio sanguíneos son regulados por hormonas como la paratiroidea y la calcitonina. Los requerimientos de calcio en un adulto promedio es de 1000 mg al día, pero durante el embarazo y el período de lactancia, estos requerimientos aumentan de 100 a 200 mg al día.
Su importancia durante el embarazo
El incremento de los requerimientos diarios de calcio no deben ser obtenido de los depósitos ni óseos ni dentales del mismo, sino de un aumento del consumo en la dieta y una disminución de la excreción en la orina. Sin embargo, debido a que el volumen de sangre total aumenta un promedio de 45% durante el embarazo, también lo hace el filtrado glomerular y con esto, la excreción final de calcio, lo que hace aún más importante el consumo de éste, con un aumento en sus porciones, las cuales pueden ser de 3 a 4 al día de los diferentes productos lácteos, pequeñas porciones de queso, leche, suero de leche o yogurt en meriendas o para acompañar las comidas o con el consumo de suplementos alimenticios.
Se han realizado estudios científicos para evaluar el comportamiento de los depósitos de calcio óseo durante el embarazo y se ha observado que durante el primer trimestre en algunas mujeres se observa una disminución de este mineral en los huesos, pero en los dos últimos trimestres no hubo alteraciones en el mismo, pueden recuperar el perdido e incluso se puede apreciar un aumento de sus depósitos. La explicación más aceptada es debido a los estrógenos, estas hormonas protegen al hueso de la desmineralización (por eso es más común la osteoporosis luego de la menopausia, por el descenso de los niveles hormonales) y ya que durante el embarazo ésta es producida en grandes cantidades por la placenta, se dice que le proporciona el efecto protector necesario para no permitir la desmineralización, así los niveles de calcio sérico estén disminuidos. En el primer trimestre no pasa de esta manera porque la placenta está todavía muy pequeña, pero a medida que crece aumenta la protección ósea.
A pesar de que la ingesta de calcio aumente y la absorción a nivel intestinal también, en el último trimestre los niveles séricos disminuyen, debido a que el bebé está en plena formación de huesos, músculos y dientes. Además del utilizado para la realización de otras funciones calciodependiente tanto en la madre como en el hijo.
Protección contra la preeclampsia
Como el calcio no es sólo necesario para la formación de huesos y dientes, se han realizado estudios y demostrado que el buen consumo de calcio durante el embarazo tiene un efecto protector contra el desarrollo de hipertensión gestacional y preeclampsia, enfermedades con una alta morbi-mortalidad materna y fetal. Uno de ellos fue el artículo publicado por Chocrane, en el que se revisaron 27 ensayos con una población total de 15.730 mujeres, obteniendo como conclusión que “La administración de altas dosis de suplementos de calcio (≥ 1 g/día) podría reducir el riesgo de preeclampsia y de parto prematuro, en particular para las mujeres con dietas bajas en calcio”.
Una de las explicaciones más sencillas para este fenómeno, es que el calcio es utilizado para la activación de la hormona que produce óxido nítrico, la óxido nítrico sintetasa. Éste es el vasodilatador más potente del cuerpo humano.
En conclusión, el consumo de calcio durante el embarazo es importantísimo, tanto para la madre como para el bebé, trayendo consecuencias muy importantes si no se consume. Es trascendental que el médico lleve un control del embarazo y se asegure de que su paciente esté consumiendo suficientes vitaminas y minerales. Si la paciente no tiene una dieta rica en nutrientes es importante el uso de suplementos alimenticios, y en este caso también es importante evaluar antecedentes o factores de riesgo para desarrollar preeclampsia, para así recomendar suplementos alimenticios de calcio en sales como: citrato de calcio (la más utilizada y mejor absorbida, ya que acidifica el pH estomacal, lo cual mejora su absorción), gluconato de calcio, fosfato de calcio, carbonato de calcio, entre otros.